Las lombrices californianas son ingenieras del suelo que convierten "basura" en un recurso valioso. Su papel en el vermicompostaje no solo es ecológico, sino también económico y social, al promover la autosuficiencia alimentaria y la economía circular. ¡Son una herramienta esencial para un futuro sostenible!
aceleran la descomposición

Mecanismo digestivo único:
Las lombrices ingieren residuos orgánicos y los procesan en su sistema digestivo, donde microorganismos simbióticos (bacterias y hongos) descomponen la materia.
Sus excrementos (humus) contienen nutrientes en forma biodisponible, fácilmente absorbibles por las plantas.
Velocidad y productividad:
Una lombriz consume hasta el 90% de su peso corporal al día (ej: 1 kg de lombrices procesa ~900 g de residuos diarios).
Producen humus en 3-6 meses, un tiempo menor que el compost tradicional (6-12 meses).
Cuando la temperatura es inferior a 7 °C las lombrices no se reproducen pero siguen produciendo abono, aunque en menor cantidad de lo habitual.
comen de todo

Residuos ideales:
Vegetales: Cáscaras de frutas, verduras, restos de hortalizas.
Otros orgánicos: Café molido, bolsitas de té, cáscaras de huevo trituradas (fuente de calcio).
Materiales secos: Cartón, papel sin tinta, hojas secas (equilibran la humedad y carbono).
Residuos a evitar:
Ácidos: Cítricos (limón, naranja), tomate en exceso (alteran el pH).
Tóxicos o lentos: Cebolla, ajo, ají (contienen compuestos que inhiben a las lombrices).
Proteínas animales: Carnes, lácteos, grasas (generan malos olores y atraen plagas).